“SER O NO SE EL LEGADO DE GUILLERMO SANTOÑA”

En el siglo XVI, W. Shakespeare, en uno de sus frecuentes viajes en busca de nuevas experiencias, decidió recaer en el norte de la península, en tierras astures, concretamente en lo que hoy conocemos como Colombres. Allí pasaría entre dos y tres años de sus años de juventud adulta, según fuentes consultadas que mas adelante facilitaremos. En dicho paraje conocerá a Rosa Borbolla, natural de la cena y la quinta hija de los Borbolla Pendueles, familia de la zona y descendientes de vizcondes de los Noriega; con Rosa mantendría una relación clandestina (dados los inexistentes datos de este pasaje en su biografía), pero lo suficientemente fructífera como para que la mujer engendrase un hijo del conocido dramaturgo; el pequeño vástago, crecerá en los brazos de su madre si que conozca, mas que por distancia y alguna visita esporádica, a su padre, el cual nunca reconocería a este que seria su primogénito; al parecer y presionado por los deseos de boda de Rosa, el dramaturgo se desentendería de ese hijo y regresaría a tierras inglesas a empezar su gran obra como escritor, y en Londres pasaría el resto de su vida sin mencionar a nadie de su entorno, su tormentoso pasado por tierras asturianas. Rosa decide dejar su pequeño al cuidado de su hermana Esther, y madre de dos hijas mas, ya que ella no soportará la presión familiar de tener un hijo bastardo, así que se decide a internarse en un convento, decisión que no sabemos si es por decisión propia o de la famila. Este niño, crecerá en la familia de Rosa como uno más, y la historia de nuestra protagonista quedará en el  más absoluto secreto; solo quedaran los testimonios de las cartas que Rosa envía a su hermana y en las que contará toda su historia de amor con el ingles, al que a partir de ese momento llamarán así.   Esta triste historia será el legado que pasará por las generaciones de la familia de los Borbolla como una leyenda con la que a modo de cuento dormir a los más pequeños.

Durante los siglos posteriores, la familia se trasladó de la vivienda, una gran parcela situada en el centro de Colombres, y según fuentes biográficas estarían en Noriega y parece ser que en La Franca. Dicha parcela, siglos después se donaría al ayuntamiento, para que en los años 50 construyera el colegio del pueblo. Será durante esta cantidad de traslados, donde uno de los descendientes de la familia Borbolla, en concreto Maria Luisa, encontraría los documentos de Rosa, las cartas que escribiera a su hermana, y en consecuencia empezaría a indagar y a estudiar el caso, juntando todas las cartas y buscando más documentos que hubieran quedado repartidos en diferentes localizaciones. Su investigación la continua uno de sus nietos, el ingeniero Agustín Santoña, el cual llevó un poco mas lejos la investigación al ser el primero en reivindicar el parentesco familiar con el dramaturgo, cuestión que haría que lo tildaran de loco, acabando sus días en un Sanatorio….ya en 1930, el abuelo de Guillermo continuará con su investigación, aunque debido a la guerra civil no podría dedicarse enteramente a ello y dejando a su nieto, Guillermo, la ocupación de defender el apellido y legado familiar. 


En la actualidad tenemos un hombre que dice ser descendiente descendiente directo de Shakespeare, un pueblo entero que reivindica su pasado, diversos especialistas que atestiguan con pruebas, todos estos datos, y diferentes personalidades de la cultura, que nos cuentan historias en las que hay un hilo conductor muy bien hilvanado que hace que todos estos singulares sucesos empiecen a tener sentido.

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